Con una paleta vibrante, el estudio Trama hilvanó los niveles de un antiguo PH, que reformaron y ambientaron para ser pied-à-terre de sus clientes y un alquiler temporario mientras no están en Buenos Aires
os dueños de este PH viven en Tucumán, y conocieron a las arquitectas Andrea Real y Amy Martelli mientras visitaban la primera edición de Experiencia Living (2022). La propuesta de las socias del estudio Trama, que se destacaba por su impronta tropical y su intensidad cromática, fue un imán para ellos, amantes del arte y el color. Entonces, cuando decidieron invertir en un departamento de alquiler temporario que también les sirviera como base para sus estadías en Buenos Aires, no vacilaron en convocarlas para llevar adelante la búsqueda, la reforma y la ambientación del proyecto.

Convencidos de que todos vibraban en la misma sintonía, eligieron un PH antiguo, luminoso, con aire de loft y dispuesto en cuatro niveles, una característica desafiante que las arquitectas usaron a su favor para crear ambientes escenográficos y funcionales: definieron las áreas sociales, remodelaron dos dormitorios (uno de ellos con salida hacia la terraza), hicieron un toilette y la cocina a nuevo. Como no podía ser de otra manera, el uso del color fue el hilo conductor para crear espacios que se distinguen claramente por su función y por el estilo de la decoración. El clima que se vive a cada paso invita a celebrar la vida y la diversidad, sensaciones que identifican a los dueños de casa y que se transmite a sus huéspedes.
“Nos inspiramos en los museos y en las galerías de arte, donde la caja blanca se usa como base para potenciar los elementos de color.”
Un aire teatral
“Como por momentos el departamento se usa para alquiler temporario, priorizamos que se destacara entre miles de publicaciones online”, cuenta la arquitecta Andrea Real. El comedor, apenas se ingresa al departamento, fue una de las apuestas más fuertes en ese sentido. Con su cortina de cadenas, mesa y bancos de líneas curvas, diseñados por Trama, se acentúa la sensación de privacidad.

En el living, la ausencia de ventanas se compensó con unas cortinas que van del piso al techo y de pared a pared en tussor rosado. La luz natural llega desde la claraboya del comedor. En la búsqueda de un buen balance, el color recae en los complementos: cortinas, almohadones estampados a mano por Mercedes Segura y mesas laqueadas en verde.